El Ejecutivo foral advierte de la importancia de frenar categóricamente esta violencia, que tiene una alta prevalencia en mujeres jóvenes, y de la importancia de visibilizarla
La mayoría de los agresores sexuales pertenecen al entorno de la víctima (familiares, parejas, amistades, compañeros de trabajo), según se desprende del I Estudio sobre Violencia Sexual contra las Mujeres Jóvenes en Navarra, promovido por el Instituto Navarro para la Igualdad / Nafarroako Berdintasunerako Institutua (INAI / NABI).
Han incidido en la importancia de “frenar categóricamente esta violencia que, en los últimos años, tiene una alta prevalencia en mujeres jóvenes, y de visibilizar, sacándola del silencio que la caracteriza”. Cabe recordar que en 2024 se registraron en Navarra 369 denuncias de mujeres por haber sido objeto de violencia sexual, el 70% de ellas interpuestas por mujeres menores de 30 años.
En su análisis, el estudio reivindica el relato de las mujeres supervivientes y considera “urgente” la implicación de los hombres en la lucha contra las diferentes formas de violencia sexual, con la finalidad de modificar el carácter estructural de este fenómeno y evitar los discursos que niegan, deslegitiman o minimizan la gravedad de las experiencias vividas por las víctimas. Las autoras de esta investigación proponen un “cambio de foco en la conceptualización, dinámicas e intervención en la violencia sexual, implicando a los hombres en la prevención, detección y abordaje de las mismas y desresponsabilizando a las mujeres”.
A este respecto, denuncian la “revictimización” que supone centrar el discurso contra la violencia sexual en las mujeres que la padecen, que para protegerse se aplican “una serie de límites” que suponen una merma a sus derechos y libertades y “las posicionan en una categoría de ciudadanía inferior a la de los hombres, al tiempo que reafirman la posición de superioridad de los agresores sobre las mujeres y, también, sobre otros varones”. Destacan que la violencia sexual está “altamente naturalizada y silenciada” en sus múltiples formas, que van desde la invasión del espacio personal sin permiso (tocamientos, roces, cortes de paso, etc.) a acorralar o violar, con violencia o sin ella.
Enlace a la grabación de presentación del estudio
Propuestas de actuación
Con un enfoque centrado en aportar soluciones, el I Estudio sobre Violencia Sexual contra las Mujeres Jóvenes en Navarra recoge propuestas de actuación basadas en las aportaciones recogidas en los diferentes grupos de trabajo. Como propuestas de intervención, plantea la necesidad de potenciar la prevención desde los hombres, desarrollando estrategias y herramientas para evitar la violencia sexual; reformular el concepto de protección en las mujeres buscando prevenir sin aterrorizar y limitar su libertad; capacitación de las personas profesionales que intervienen con menores en materia de violencia sexual; así como generar protocolos específicos sobre violencia sexual en las diferentes ámbitos (educativo, sanitario, policial, judicial). Un elemento destacado en las propuestas es el de fortalecer el trabajo en red institucional y la generación de proyectos y estrategias conjuntas con el movimiento feminista y la sociedad civil organizada.
Finalmente, cabe destacar que, en materia de violencia contra las mujeres, el INAI/NABI gestiona los recursos de atención a víctimas y supervivientes, como el Centro de Atención Integral a las Violencias Sexuales (CAIVS), que desde el pasado mes de abril ofrece las 24 horas al día, los 365 días del año, atención integral especializada a mujeres mayores de 16 años que han sido víctimas o supervivientes de violencias sexuales. También los recursos de acogida, los equipos de atención integral a víctimas de violencia contra las mujeres (EAIVs) distribuidos por el territorio, así como el recurso específico ante casos de trata y prostitución. Para ello en 2025 el Gobierno de Navarra dispondrá de en torno a 2,1 millones de euros en el presupuesto.
Fuente: INAI/NABI